Acto social de sencilla significación organizaron anteayer los componentes del Sindicato de la Ericsson

Vida Cotidiana.

Acto social de sencilla significación organizaron anteayer los componentes del Sindicato de la Ericsson.

“El viernes último por la noche, tuvo lugar en el edificio número 25 de la avenida del Uruguay una simpática y entusiasta reunión, que organizaron los elementos sindicalizados, que prestan sus servicios en las diferentes dependencias de la Cía. Telefónica Ericsson.
A las 6.30 de la tarde, los salones del edificio mencionado se encontraban invadidos por una concurrencia numerosísima integrada en su mayor parte por las Sritas. Telefonistas, por empleados y obreros de la aludida negociación, así como por otros elementos de la Federación de Tranviarios y demás sindicatos.
Después de que la unión de resistencia de la Ericsson hubo determinado la cesión reglamentaria que se celebra semanalmente y en la que se trataron diversidad de asuntos que afectan a su movimiento interior, se pasó al departamento acondicionado de forma debida con suma sencillez e innegable gusto artístico, para que sirva de domicilio social del Sindicato de la Ericsson.
Haciéndose gala de la noble y enaltecedora fraternidad, los obreros y empleados de la Ericsson festejaron la instalación de su nuevo domicilio (el anterior estuvo ubicado en la calle de San Jerónimo), con un exquisito lunch, al que de manera especial, fueron invitados algunos de los líderes más representativos del organismo radical.
Los obreros cantaron los himnos revolucionarios y el Sr. Luis Vargas Rea hizo uso de la palabra, para felicitar a los miembros del sindicato de la Ericsson por la constancia, [y] buena voluntad con que han laborado en silencio en pro de los intereses de la colectividad y sin preocuparse para nada de las predicas de los líderes de uno y otro bando.
Todos los trabajadores organizados de la República están bien enterados de que en este periódico se les aprecia en alto grado a la vez que se les defiende en contra de la perversidad, la sinrazón y la injusticia de los poderosos, por esa circunstancia honra con invitarnos directa y personalmente, a un acto tan sencillo y significativo como el ya citado, no podemos más que complacernos íntimamente, pues en tal forma llegamos al pleno convencimiento de que con nosotros están los trabajadores, que menospreciando sus intereses personales procuran a toda costa el enaltecimiento y dignificación de la clase laborante o productora en general, reciban los miembros del Sindicato de la Ericsson nuestras felicitaciones más sinceras por su laboriosidad y decoro en sus procedimientos”.

El Demócrata, domingo 23 de octubre de 1921.
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Teléfonos: nuevas tecnologías y conflictos sindicales

Blanca Pastor.
En: Coyoacán (revista marxista latinoamericana).
Año IX, enero-junio 1985, núm. 17/18.

La requisa aparece como figura jurídica en la legislación mexicana a partir de la segunda guerra mundial, como una protección contra posibles atentados a la soberanía nacional que pudieran darse mediante maniobras empresariales en los sectores clave de la economía. No obstante la desaparición de la situación específica que le dio origen (el estado de guerra), la requisa no solo continua vigente sino que ha sido usada para controlar a los trabajadores más que a las empresas, especialmente en lo que se refiere a Teléfonos de México.
Telmex es una empresa que se ha visto sujeta a la requisa en varias ocasiones, sobre todo en la última década. En ningún caso, la causa ha provenido de la empresa sino de movimientos huelguísticos de los trabajadores, con la finalidad evidente de desvirtuar y anular esta poderosa arma de lucha. Sin embargo, las dos últimas requisas (8 de marzo de 1982 y 4 de septiembre de 1984) que han sufrido los trabajadores de Telmex no pueden ser entendidas si se les juzga con los mismos criterios con que se analizan las precedentes.
El elemento nuevo –y fundamental- que explica las dos requisas más recientes es el programa de modernización de la red telefónica, basado en la tecnología microelectrónica.
El análisis de esta nueva problemática resulta de gran importancia por varias razones. La primera de ellas, porque lo que ocurra con los trabajadores telefonistas a partir de la introducción de la nueva tecnología será la muestra de lo que se generalizará a todos los trabajadores de las empresas industriales y de servicios más grandes, en segundo lugar, porque la modernización de la red telefónica no es tan sólo un fin por sí misma, sino una condición necesaria para la modernización de los otros sectores de la economía y para su integración a nivel internacional. Otra de suma importancia es que en estas requisas se advierte claramente como el Estado y la parte patronal conjugan sus fuerzas para reprimir a los trabajadores y despojarlos de sus armas de lucha más importantes; finalmente porque, ante la modernización de uno de los factores de la producción, el capital, destaca la necesidad para el otro factor, el trabajo, de replantearse sus formas e instrumentos de organización y de lucha.
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Reestructuración tecnológica y recomposición de clase en Teléfonos de México

Enrique de la Garza y Javier Melgoza.
En: Seminario, “Revolución Tecnológica y Empleo”. Memoria, México 1984, ST y PS.

La crisis actual debe analizarse como una crisis de productividad a la vez que como crisis del Estado Social. No solo es expresión de la caída de la tasa de ganancia, son también producto del agotamiento de las formas históricas que hasta hoy en día articulaban el trabajo y el capital de los procesos productivos, el taylorismo y el fordismo.
La alternativa para superar la crisis en la lógica capitalista, es la reestructuración productiva generalizada basada en la innovación tecnológica, que le permite al mismo tiempo la superación de los aspectos económicos de la crisis, y la reorganización del proceso de trabajo.
Uno de los puntales en el proceso de restructuración es la incorporación masiva de la microelectrónica a los procesos productivos, en forma particular de la computadora. El resultado de esta nueva tendencia es reducir al obrero a un papel de simple supervisor de los órganos automáticos del proceso productivo, permitiéndole al capital no sólo un aumento en los índices de productividad, sino también el acceso a formas más intensivas de explotación, cuyo éxito dependerá de la capacidad de resistencia del movimiento obrero frente a un desgaste prematuro de su fuerza de trabajo.
En México, uno de los sectores que a corto plazo será severamente golpeado por la nueva tecnología es el de los telefonistas, ya que Teléfonos de México inició desde 1979 la introducción del sistema de telefonía digital basado en equipos de conmutación.
La nueva tecnología digital se compone de equipo muy compacto permitiendo un ahorro del espacio físico para expansión futura, y una reducción del tiempo que implica la renovación técnica para la prestación de servicios. A esto se suman las condiciones ventajosas que negoció TELMEX en la compra de nueva tecnología, consiguiendo de sus proveedores, ERICSSON e ITT, compromisos relativos a la producción del equipo en el país, a la transferencia del software a TELMEX, y al desarrollo de la investigación en México.
Así, como las ventajas económicas de la telefonía digital son evidentes, también lo son los efectos que tendrá sobre la base trabajadora.
El sistema digital afectará en formas particular a los trabajadores de mantenimiento y a las operadoras, ya que sus puestos de trabajo serán sometidos a un proceso de descalificación y automatización, permitiendo a las empresas un control más rígido sobre los tiempos y movimientos del trabajador y la eliminación de puestos de trabajo por efectos de la automatización.
Con la tecnología digital, es posible la detección de fallas y la elaboración de diagnósticos de reparación en el sistema telefónico por computadora, tareas que con el sistema electromecánico dependían del obrero calificado y virtuoso. Este mismo trabajador tenía que realizar un trabajo muy laborioso cuando de reparaciones se trataba; ahora con la nueva tecnología, se posibilita la construcción de centrales telefónicas a partir de módulos de circuitos integrados, por lo que una vez detectada la falta por la computadora, el obrero realiza sólo la sustitución de un módulo por otro.
En el caso de las operadoras, puesto de trabajo calve en el sistema de larga distancia, nacional e internacional, la digitalización provoca la automatización de sus funciones, en forma tal que su productividad aumenta en un margen del 200%, con la agravante que las tareas de supervisión realizadas por la computadora las acosa a toda hora y en todo momento, provocando la aparición frecuente de enfermedades de carácter nervioso.
La nueva tecnología digital al mismo tiempo de permitir una mayor eficiencia, es un ataque directo contra los dos grupos de trabajadores más combativos que en su lucha por sus derechos han asentado duros golpes a los intereses de la empresa.
Frente al sistema digital con su automatización y las facilidades que proporciona para la sustitución de los trabajadores, el paro loco y el tortuguismo pierden su efectividad. Así la huelga general encuentra mayores dificultades para ser eficiente con la nueva composición de clase en TELMEX.
El reto para el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana estriba en que ante un ataque frontal de la tecnología contra la base social que le dio vida, deberá aprestarse a luchar por incidir en las modificaciones del proceso de trabajo, ya que de no lograrlo las consecuencias serán fatales para el trabajador de teléfonos.

Proceso de trabajo y tecnología digital en Teléfonos de México

Cesar Cruz y Colectivo de trabajadores democráticos del STRM.

En: Seminario, “Revolución Tecnológica y Empleo”, Memoria, México 1984, STyPS.

A partir de la década de los setentas, se inicia en el mundo un despliegue industrial que tiene en el centro la introducción de tecnología automatizada de nuevo tipo, basada en los microprocesadores.
México se encuentra inmerso en todos los cambios que se están gestando. La digitalización de Teléfonos de México (Telmex), si bien responde al proyecto gubernamental de modernización de las telecomunicaciones como una vía para apuntalar la reestructuración productiva, tanto en la industria como en los servicios, es también una necesidad del capital trasnacional.
Es importante señalar que Telmex no produce equipo, prácticamente todo lo importa: 98% de su equipo es extranjero y proporcionado por la ITT de los Estados Unidos, a través de Indetel, su filial en México, y por la empresa Ericsson a través de Teleindustrias Ericsson, filial mexicana. De ahí que una transformación radical de Telmex beneficie directamente a sus proveedores.
La tecnología digital está basada en el uso de valores exactos expresados directamente por números o dígitos, de ahí el término digital. Se logra con la aplicación exclusiva de las técnicas más avanzadas de la microelectrónica y de la computación, también electrónica, a los procesos de trabajo y a los sistemas de producción, permitiendo con ello integrar dentro de sectores de producción y transformación como los sectores de servicios y oficina bajo un mismo lenguaje de control, análisis y procesamiento de información (voz, video,, datos, gráficas, textos, etc.); todo esto en base al uso de los lenguajes numéricos utilizados por las computadoras electrónicas que son las que permiten una gran precisión y, por lo tanto, una gran rapidez en el procesamiento y uso de la información.
El avance actual de ésta tecnología digital ya permite la construcción de tractores y montacargas computarizados programables, robots, que lo mismo pintan una silla, que arman una licuadora o un automóvil, que despachan comestibles en un supermercado, hasta llegar a los “cerebros” que controlan el tránsito de vehículos en una ciudad o el movimiento bancario de la misma. Sin faltar las centrales digitales que controlan y procesan el tráfico telefónico.
Actualmente, Telmex y el gobierno han definido el paso de la era digital, lo que va a propiciar cambios radicales. En lo inmediato, ya está afectando las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores. Se observa una tendencia a eliminar algunos puestos de trabajo; se está incrementando personal de confianza; hay una descalificación del trabajo de algunos sectores, al tiempo que se incrementa considerablemente la productividad y las cargas de trabajo. En cuanto a las enfermedades profesionales y riesgos de trabajo, se han venido acentuando, en particular para las operadoras, quienes además constituyen un sector más controlado por la parte empresarial, provocando con ello un creciente padecimiento de enfermedades de tipo nerviosos.
Corresponde por tanto a los trabajadores de Telmex, asumir la responsabilidad para enfrentar, discutir y difundir la problemática de cada centro de trabajo, a fin de buscar las soluciones más adecuadas de acuerdo a cada departamento. Todo ello a través de muna organización independiente de los aparatos de control.

El proceso de trabajo en el conmutador.

Miguel Ángel Lara Sánchez. (Trabajador de Teléfonos de México. Afiliado al STRM).
En: Seminario: “Revolución Tecnológica y Empleo”. Memoria.
México, 1984. ST y PS.

La industria telefónica, al igual que cualquiera otra industria, siempre ha buscado la introducción de nueva tecnología con la perspectiva de reducir sus costos y expandir el mercado, aún a costa del sacrificio social que signifique para sus trabajadores.
Desde su aparición, Teléfonos de México ha pugnado por su modernización basada en la tecnología de punta, con el resultado de imponer un proceso continuo de descalificación al trabajador, así como el ejercicio de un mayor control sobre los ritmos e intensidad del trabajo, siempre con el objetivo de obtener los mayores rendimientos.
Sin embargo, hoy en día, el cambio del sistema telefónico electromecánico al digital, amenaza con terminar con las habilidades que requería dominar cada uno de los trabajadores, piara la realización de sus labores. Estas ahora son sustituidas por la automatización del proceso de trabajo.
La introducción de la tecnología digital significa para el gremio de trabajadores telefonistas la aparición de tres grandes tendencias negativas: un proceso de descalificación persistente, la drástica intensificación del trabajo y, por último, recortes de personal a futuro como resultado de la automatización del proceso de trabajo.
De ahí que una de las principales preocupaciones del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, debe ser la búsqueda de una estrategia eficaz para enfrentar los cambios que ocurrirán en el proceso de trabajo.

del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana