El corporativismo como un sistema de ideas o como una descripción de sistemas políticos se relaciona directamente con la problemática de como el estado puede sostener un orden social y económico dentro de un orden donde predomina la producción del sector privado. El sostener este orden requiere de cierta intervención del estado en las relaciones de los poseedores del proceso productivo (empresas) y la mano de obra (obreros) y tiene diferentes grados que van desde el control absoluto hasta la libertad total, sin embargo, una relación corporativa extremista no podría funcionar en el mundo real, por lo que se requiere cierto grado de equilibrio entre control y libertad.
Entre 1940 y 1949 los telefonistas mexicanos se mantuvieron en constante agitación sindical. Los conflictos con las dos empresas telefónicas que operaban en México, la Empresa de Teléfonos Ericsson y la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, fueron provocados principalmente por las malas condiciones de vida y de trabajo que éstas empresas imponían a sus trabajadores.