Entre 1940 y 1949 los telefonistas mexicanos se mantuvieron en constante agitación sindical. Los conflictos con las dos empresas telefónicas que operaban en México, la Empresa de Teléfonos Ericsson y la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, fueron provocados principalmente por las malas condiciones de vida y de trabajo que éstas empresas imponían a sus trabajadores.