Carta abierta al Senador por el estado de Guerrero Armando Ríos Piter
Estimado Senador Armando Ríos Piter, soy residente del Condominio 75 casa 4 del Fraccionamiento “La Marquesa-Fortaleza”, que está ubicado entre el Fraccionamiento Las Gaviotas y el pueblo de Llano Largo en Acapulco, este Fraccionamiento tiene salida por el Llano a través de la avenida Cayaco-Puerto Marqués y, otra por la av. Nicolás Bravo, hacia el “Boulevard” de las Naciones frente al Hotel “Princess”, pasando por la unidad “Colosio”.
A través de estas líneas quiero que conozca la versión de un ciudadano jubilado, que espero encontrar después de muchos años de trabajo la felicidad y el placer de terminar sus días en forma agradable, pero que quedo traumado y damnificado por esta y otras tormentas, en especial por “Manuel” e “Ingrid” y por la corrupción.
En primer lugar quiero mencionar que esta no es la primera vez que nos inundamos, sino la cuarta, la primera que fue en un verano cuya fecha no recuerdo y que en mi casa el agua alcanzó una altura de 35 cm., la segunda que fue en septiembre del 2007 en donde al agua alcanzó una altura de 85 cm. y, estas dos últimas.
En la primera inundación que se produjo entre las 3 y 4 de la madrugada, fue rápidamente resuelta cuando se abrieron unas compuertas que dicen están ubicadas en Puerto Marqués y otras hacia la laguna de Tres Palos.
En la segunda inundación, en septiembre de 2007, el agua entro de mi casa alcanzó la altura de 85 cm. Perdiendo todos los muebles y aparatos electrodomésticos que se encontraban a esa altura, la justificación fue que las mencionadas compuertas no fueron abiertas oportunamente.
En esta ocasión quiero mencionar lo siguiente, los días previos al 15 de septiembre, a pesar de las fuertes lluvias todo transcurría en forma normal, ya que me dediqué a vigilar que el drenaje funcionara adecuadamente, quitando la basura de las alcantarillas.
El día 15 de septiembre, hay que recordar que era domingo, día festivo y que nos fuimos a dormir como a la 1.30, con el peso de la derrota del “Canelo” sobre nuestras espaldas y, que apenas empezaba una vez más a llover.
A eso de las 6.30 de la mañana que empezaba a llover con más intensidad, sin embargo, como todos los días me prepare para iniciar mis actividades cotidianas, cuando note que el agua ya tenía un nivel elevado en la calle y el drenaje no estaba funcionando.
Pocas horas más tarde, aproximadamente a las 9.30, ya tenía un nivel más alto de lo acostumbrado dentro de mi Condominio, por lo que llame a los bomberos informándoles que nos estábamos inundando con la esperanza de que ordenaran que se abrieran las famosas compuertas, la respuesta fue que la única orden que tenían era que “abandonáramos nuestras viviendas”, en esas estábamos cuando la inundación fue inminente, subiendo el nivel del agua dentro de mi casa a poco más de 85 cm.
De inmediato se suspendió el servicio de energía eléctrica y consecuentemente el del agua “potable” –debo decir que el agua que proporciona CAPAMA es de pésima calidad, ya que, por ejemplo, su bonita camisa de seda blanca al ser lavada con esta agua adquiriría también un bonito color amarillo mostaza-.
El Ejército Mexicano hizo acto de presencia a eso de las 18 horas, pero no pudo entrar al Fraccionamiento debido a la magnitud de la inundación.
En estas condiciones permanecimos hasta el día 16, cuando en un esfuerzo inútil pretendíamos retirar la basura de las alcantarillas con la ilusión de que la inundación desapareciera, en eso estábamos cuando una representante de la mesa directiva de la Asociación de residentes del Fraccionamiento, a quién comente que ya era la tercera vez que nos inundábamos, respondió que las Constructoras Homex y Ara y los de la Plaza Sendero eran en parte las culpables de la inundación en nuestro Fraccionamiento, ya que se habían conectado indebidamente al drenaje construido por la constructora GEO por lo que deberíamos entablar una demanda contra las autoridades que permitieron esta acción.
Al mismo tiempo, yo le comente que el impuesto predial que cobra el Ayuntamiento es muy alto, ya que contempla conceptos como los de saneamiento y alcantarillado y que como pudimos comprobar son muy deficientes.
También por rumores, nos enteramos que coludidos con la policía del puerto los pobladores de pueblo del Marqués y el Revolcadero se habían negado a abrir las multimencionadas compuertas y fueron quienes iniciaron el asalto a los centros comerciales de esa esa zona, ya que lo único que los divide es el “Boulevard” de las Naciones, ya que inclusive las patrullas llevaban cubiertas con lonas televisiones de plasma, y solo las compuertas fueron abiertas cuando intervinieron los Marinos.
Por rumores, a eso de las 20.30 nos enteramos el día 16 que Peña Nieto se encontraba en el puerto –no olvidemos que no teníamos energía eléctrica y el servicio de Telcel era pésimo y que seguramente nos van a cobrar como un servicio de primer mundo-, curiosamente o por simple coincidencia a eso de las 12.30 de la noche del día 17 el agua comenzó a bajar, quedando cerca de las dos de la mañana, las calles completamente secas.
Los vecinos que quedamos en el condominio, nos dedicamos a la limpieza de nuestras casas, sin embargo, a eso de las 15.30 se produjo una vez más, otra intensa lluvia que inundo nuevamente nuestras casas, aunque en esta ocasión, en mi casa solo alcanzo 30 cm. de altitud, quedando prácticamente las calles secas a eso de la 2 de la madrugada del día 18.
Estimado Ríos Piter, debo mencionarle que cuando la constructora GEO nos vendió el Fraccionamiento lo hizo con muchas promesas que aún después de más de 8 años no ha cumplido, motivo por lo cual la Asociación del Fraccionamiento se ha negado a recibirlo.
Entre las promesas que hizo fue la construcción de una avenida que conectaría al Fraccionamiento con el “Boulevard” de las Naciones, para que comunicara en forma rápida y eficiente con la playa, cosa que hasta la fecha no se ha realizado con la complicidad de las autoridades.
Además, con motivo de la segunda inundación, las autoridades del Ayuntamiento, solicitaron el asesoramiento de expertos de la UNAM para resolver el problema de las inundaciones. Los expertos determinaron que se debería construir la avenida prometida ya que esta nos permitiría conectarnos más fácilmente y rápidamente con la plaza de Las Palmas y facilitaría la circulación de turistas y visitantes en las épocas de verano y fin de año, además de construir un puente, sobre el antiguo, que la gente reconoce como el “puente apestoso”, ya que este acumula las aguas negras de este sector, convirtiéndose en un foco de infección y generador de la reproducción del mosquito que provoca el dengue, imagínese que las autoridades nos dicen que no tengamos cubetas o recipientes que acumulen agua y tenemos un foco de infección a cielo abierto y, que en esta inundación alcanzo una alturas de más de dos metros.
Estimado Jaguar, como se podrá Usted dar cuenta el desastre no solo fue provocado por “Manuel”, sino que vino tomado de la mano de la corrupción y la negligencia de las autoridades, que no desazolvaron ríos, arroyos, riachuelos y canales, no hubo alerta, no hubo puestos de emergencia, aunado a la poca educación de la gente sobre el uso de la basura, o a la irresponsabilidad de las “desarrolladoras” que hasta ganan premios y las apoya el gobierno.
Déjeme decirle que fue muy emocionante ver en la tele al Secretario de Seguridad con su flamante uniforme, besando a las jóvenes que bajaban de los aviones, mientras la gente luchaba por salvar algunas de sus pertenencias, o a la Secretaria de Desarrollo Social –que recuerdo era de “izquierda” y de su Partido o Clan?- que señalaba “panza llena corazón contento”, créame que se me salían las lágrimas, pero por las infecciones provocadas por el agua contaminada, el lodo y los hongos, que creo Usted y la Rosario no conocen.
En la Marquesa, quizá por ser residentes de “clase media”, las despensas nunca llegaron y, tampoco el ejército y la Marina solo se paseaban en sus “camionsotes” y helicópteros, llenos de soldados cubiertos con sus flamantes impermeables, mientras los simples pagadores de impuestos éramos victimas del desastre.
Curiosamente en el centro, la zona dorada y la zona azul no pasó nada, me pregunto, porque los pobres son los que siempre pagan los desastres o simplemente porque hay pobres en este país, quizá sea otra “preguntita a Dios”.
En todo este asunto recuerdo nombres y apellidos como Macedonio, Zeferino, Añorve y Juárez Cisneros y no quiero pensar que la corrupción somos todos, pero algunos tendrán su responsabilidad.
Estimado Senador de la República, representante del Estado de Guerrero, tendremos que esperar otros cinco o seis años para olvidar esta tragedia, o resolveremos los errores o las corruptelas de los anteriores funcionarios que provocaron este desastre, o como decía Atahualpa Yupanqui, seguirán siendo “preguntitas a Dios”, o Usted las resolverá cuando sea Gobernador de nuestro Estado.
Recuerdo lejanamente, que tenía un maestro que nos impartía la clase de historia de México, quién al terminar cada una de sus clases siempre nos decía, “Jóvenes como México no hay dos”.