Para Marx,la mejor forma de análizar los inventos y las innovaciones técnicas, al igual que otras actividades socioeconómicas, era considerarlas como procesos sociales más que como resultados de los destellos de inspiración de genios individuales. En consecuencia, Marx no centra su análisis del cambio tecnológico en los individuos, por heróicos que fueran, sino en un proceso social colectivo.
Para Marx, el capitalismo se desarrolla en la Europa occidental básicamente como respuesta al crecimiento de los mercados y las oportunidades de obtención de beneficios.
Las relaciones capitalistas -dice Marx-, surgieron cuando el incremento de las oportunidades de obtención de beneficios determinó una expansión de las dimensiones de la unidad productiva, trascendiendo las características del taller artesanal de la edad media. La mera expansión cuantitativa de estos talleres desembocó posteriormente en transformaciones cualitativas en el terreno de las relaciones sociales de carácter muy fundamental. Aunque el sistema manufacturero dominó totalmente los primeros docientos cincuenta años del capitalismo occidental determinó importantes en las relaciones sociales, este sistema no estuvo asociado a ningúna innovación tecnológica destacada, “Por lo que se refiere al régimen de producción, vemos que la manufactura, por ejemplo, apenas se distingue en sus orígenes de la industria gremial del artesanado más que por el número de obreros empleados al mismo tiempo y por el mismo capital, número que en la manufactura es mayor. No se ha hecho más que ampliar el taller del maestro artesano”.
Marx concede no obstante gran importancia a los factores tecnológicos, ya que la tecnología es el factor mediador entre el hombre y su relación con el mundo exterior, material. Pero al actuar sobre ese mundo material, el hombre no solo lo transforma para sus propios fines útiles (esto es, “Los productos de la naturaleza se convierten directamente en órganos de la actividad del obrero.”), sino que también realiza, inevitablemente, un acto de autotransformación y autorrealización.
La tecnología comprende los instrumentos que determinan la efectividad del hombre en su activida encaminada a conseguir unos objetivos que no solo estan configurados por sus necesidades instintivas básicas, sino también de aquellas que formula y define su propio cerébro: “Una araña efectua operaciones que semejan las manipulaciones del tejedor, y la construcción de los panales de las abejas podría avergonzar, por su perfección, a más de un maestro de obras. Pero, hay algo en que el peor maestro de obras aventaja, desde luego, a la mejor abeja, y es el hecho de que, antes de ejecutar la construcción, la proyecta en su cerébro. Al final del proceso de trabajo, brota un resultado que antes de comenzar el proceso existía ya en la mente del obrero”.
Los cambios decisivos que le interesan a Marx se inician a mediados del siglo XVIII. En ese momento Inglaterra comienza su transición de un sistema industrial manufacturero a lo que Marx llama la Industria moderna.
Marx planteó y abordó un pproblema básico en relación a la naturaleza de la tecnología. Esta ampliamente aceptado que las sociedades capitalistas modernas han alcanzado elevados niveles de productividad debido a la aplicación sistemática de conocimientos científicos a la esfera productiva.
El sistema manufacturero, que era el modo de producción dominante del capitalismo primitivo, desarrollo un alto grado de especialización de los trabajadores. En tanto que, los artesanos medievales ejecutaban toda una gama de operaciones dentro de la producción en una serie de fases discretas y asignó cada una de éstas a un obrero especializado.
El paso decisivo fue el desarrollo de una tecnología mecánica que no dependiera demasiado de las capacidades o la voluntad humana y que dividiese el proceso productivo en una serie de pasos analizables por separado. La importancia histórica del sistema manufacturero estribó en el hecho de que precisamente aportó esa división. La importancia histórica de la gran industria moderna residía en el hecho de haber incorporado esos pasos separados a unos procesos mecánicos, a los que ya podían aplicarse rutinariamente los conocimientos y principios científicos.
En las primeras fases del desarrollo de la industria moderna, la maquinaría se producía con métodos artesanales y manufactureros. Esta es la fase de la operación de autopromoción, la fase en la cual la gran industria moderna, completa su liberación de las limitaciones de la vieja tecnología. “Por todas éstas razones,la gran industria no tuvo más remedio que apoderarse de su medio característico de producción, de la máquina, y producir máquinas por medio de máquinas. De este modo, se creó su base técnica adecuada y le levantó sobre sus propios pies. En efecto, en los primeros decenios del siglo XIX, al desarrollarse la industria maquinizada, la maquinaria se fue adueñando paulatinamente de la fabricación de máquinas herramientas”.
Una vez alcanzada ésta fase de madurez tecnológica, podemos considerar que el capitalismo posee plenamente los extraordinarios medios tecnológicos que lo diferencian tajantemente de todas las anteriores etapas del desarrollo de las capacidades productivas humanas.