Al llegar a esta primera década de vida, el Sindicato Nacional de Telefonistas siente una profunda deuda de gratitud hacia quienes afrontando todos los peligros inherentes a la iniciación de una lucha que jamás había dejado sentir su fuerza arrolladora en contra de una empresa imperialista que explotaba inicuamente la fuerza humana sin consideración de ningúna especie, con el solo fín de vaciar la riqueza nacional en los bolsillos de los accionistas de Wall Stret, nos señalaron el camino a seguir, marcando con su ejemplo la postura viril que como hombres nos corresponde, y más aún como mexicanos, a quienes hasta el 23 de mayo de 1935 se les negó todo el derecho que conceden nuestras leyes a los trabajadores, leyes obtenidas en la cruenta lucha revolucionaria que inundó a todo el país desde el año de 1910, leyes plasmadas en la constitución de de Querétaro en 1917.
Cual ha sido la verdadesra actitud que ante sus trabajadores ha asumido siempre la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana?. Sabemos perfectamente bien que desde que principió a trabajar con su pequeña red, puso a su servicio trabajadores mal pagados, y cuando hasta 1915 trataron de exigir mayores salarios, mejores condiciones de trabajo y jornadas más humanas, la empresa adoptó una actitud intransigente que dió al traste con su negocio en la capital y fue intervenida a partir de entonces durante 10 años, por el gobierno que siempre ha visto que a los trabajadores les asiste la justicia en sus demandas. Después de 1925 recuperó sus bienes bajo la condición de la forma de un contrato colectivo de trabajo y fueron otros diez años en que haciendo a un lado los derechos de los trabajadores consagrados en la constitución, siguió en su oficio de ambición, impidiendo que se organizaran en un sindicato fuerte, unido que vigilara el cumplimiento de los compromisos contraidos, casi con la recuperación de sus intereses en la capital, inició una serie de inversiones para ampliar su suplanta y poco después la instalación del sistema automático para cuyos trabajos empleó un grupo númeroso de jóvenes bisoños salidos de las aulas, a quienes atraía el señuelo de la creación de un Titulo de Ingeniero Telefonista, que en realidad desempeñaban labores de obreros calificados en la instalación del equipo, con el fantástico salario de un peso diario, así pudo obtener la empresa, que la mano de obra de la instalación del equipo automático fuera regalada, pero para guiar los trabajo, sobre todo en la planta exterior, importó un buen número de braceros, especialistas, entendiendose bien, norteamericanos que ganaban sueldos fabulosos en dólares.
Cinco años después de haber quedado instalado el sistema automático en el D. F, Guadalajara, Puebla y Tampico, y construidas las líneas de larga distancia, la situación de los trabajadores, de los pocos trabajadores que después de inecesarios e injustificados ceses en masa, pudieron conservar su empleo, la situación no solo se mejoró sino que se vió empeorada por el trato que recibían, hasta que al fín, la sangre jóven no pudo contenerse y se desbordó como un dique con sus aspiraciones, en su afán de hacer valer sus derechos.
Así, surgió la huelga inevitable ante la intransigencia de la empresa, que desató una intensa propaganda de convencimiento y la alborada del 23 de mayo de 1935 iluminó la bandera rojinegra que cerraban los edificios de la negociación. Pioneros de esa lucha, agitadores como los llamó la empresa, fueron Roberto Esparza Calderón, Roberto Prieto Laurens, Carlos Rodriguez Canseco, Roberto Figueroa Mateos, Fernando Raul Murrieta, Carlos Navas, Antonio Hernández, Ernesto Paredes, Alfonso Servín, Juan López Alatorre, Lugardo Martinez Arias, Luis Noguera Vallejo, Luis Bonilla, Féderico Alexanderson, Juan Antonio Ochoa, José Gónzalez Crespo, Salvador Hernández, Lorenzo G. Alcaraz, Crisostomo Teran, Raymundo Aguilar, Alberto Ureña , Carolina Arias Salvador S. Reading.
La mayor parte de estos elementos, se encuentran ya ausentes de nuestra agrupación, pero para todos ellos, el SNT dedica este día memorable, un recuerdo de gratitud por su decidida acción ante la agresiva actitud de la despótica empresa, acción que nos ha señalado la postura que debemos guardar siempre.
SINATEL. mayo de 1945