El 5 de junio a las 5.45 hrs. Por medio de un gran operativo de la fuerza pública, fuimos desalojados de nuestro recinto sindical. Seis horas más tarde H.J. escoltado por la plícia, toma posesión del local sindical
Este acontecimiento viene a ser la culminación de una serie de maniobras que el CEN ha venido haciendo con la finalidad de atraer la atención de la opinión pública así como de golpear al movimiento democrático “8 de marzo”.
H. J., a falta de un apoyo real de los trabajadores, está recurriendo a las únicas armas que le quedan:
1.- La agresión física a los compañeros en los centros de trabajo, los insistentes llamados a las autoridades para que ordenen la represión al movimiento (14 de marzo, cuando fueron a ver a Martínez Domínguez), así como la acción del 5 de junio al solicitar abiertamente a la policía el desalojo violento de las instalaciones sindicales.
2.- El empleo de la mentira como forma de “convencer” a los trabajadores; muestra de ello es cuando en los centros de trabajo ha mencionado que el 1º de mayo lo apoyaron 12 mil trabajadores cuando solo eran mil compañeros. Está levantando una nueva campaña de calumnias en contra del Movimiento “8 de marzo” para “demostrar” que prácticamente destruimos el edificio sindical y robamos (según él) gran cantidad de material, cuestión totalmente falsa.
Estas dos tácticas (la agresión y la mentira), están llevando a nuestra organización a un punto tal que los trabajadores vemos con mayor claridad que es una necesidad luchar por unir a nuestra organización. Sin embargo, los trabajadores también sabemos que esta unidad no se puede dar si no es por medio del recuento que determine quién tiene la mayoría de trabajadores de su lado.
Todas estas maniobras están encaminadas a confundir y amedrentar a la base. Así se explican las convenciones sin quórum, mini-mítines, compromisos con el gobierno con el fin de desviar la atención de los telefonistas y hacerse pasar como el agredido y mártir.
Por nuestro lado, hemos demostrado a las autoridades una y otra vez que somos la mayoría y que estamos dispuestos a ratificar esa mayoría mediante el recuento, y lograr una dirección del STRM que realmente defienda nuestros intereses como trabajadores.
Rechazamos categóricamente que la intromisión de la fuerza pública sea la solución para el conflicto y los hechos del 5 de junio demuestran tanto la incapacidad de H:J: para alcanzar el apoyo de los trabajadores así como su carácter abiertamente charro y vendido a autoridades como la Secretaría del Trabajo.
¡No a la intervención policiaca en asuntos sindicales!
¡Recuento democrático!
¡Reinstalación de los despedidos!
Coordinadora Democrática Nacional de Telefonistas.
(Comisión de Prensa y Propaganda).
15-06-82.