Celebración y Huelga en la Ericsson (1923).
José García Méndez.
El año de 1923 fue testigo de importantes acontecimientos, pues en febrero los tranviarios fueron víctimas de la represión impulsada por el gobierno de Álvaro Obregón, quién apoyado por el Grupo Acción, arremetieron contra el movimiento obrero radical, provocando la destrucción del sindicato de los trabajadores tranviarios.
En marzo, el Partido Comunista convocó a su II congreso nacional, que reaccionaba ante la derrota del movimiento inquilinario en Veracruz y ante los sorpresivos avances que habían obtenido en Veracruz y Michoacán, en donde se habían formado la Liga de Comunidades y Sindicatos Agrarios.
Además, el Partido Comunista manejó la consigna del Frente Único, con la intención de unificar a todas las organizaciones sindicales existentes en una gran central; otras veces trató de unificar a los trabajadores al margen de su signo ideológico en proyectos comunes, otras veces propuso llegar a acuerdos intersindicales unitarios, pero curiosamente, la línea del Frente Único nunca abordó la tarea de unificar a los trabajadores en torno a la solidaridad.
En este contexto, las y los telefonistas de la Ericsson que se habían destacado por otorgar apoyo solidario en 1922 a sus compañeros telefonistas de la Telefónica Mexicana, a los tranviarios, a los electricistas y a otros gremios en sus movimientos de huelga, decidieron dar una tregua a la lucha, para celebrar el tercer aniversario de la fundación de su sindicato.
En efecto, reunidos en asamblea las y los telefonistas del Sindicato de Obreros y Empleados de la Empresa de Teléfonos Ericsson, se reunieron para discutir el programa de actividades para celebrar la formación de su sindicato y, en donde además, darían a conocer los nombres de los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo.
Las y los telefonistas anunciaron que la fiesta de aniversario se llevaría a cabo el 9 de junio, a la cual fueron invitadas las organizaciones sindicales de la ciudad de México y, en forma especial a la Prensa.
En la asamblea que se celebró el 25 de mayo, quedó aprobado el programa que habría de desarrollarse el 9 de junio.
Sin embargo, éste ambiente festivo fue oscurecido cuando el sindicato se vio obligado, después de una asamblea extraordinaria celebrada en el local de la CGT el 26 de mayo, a emplazar a huelga a la telefónica sueca, ya que a pesar de que desde hacía tiempo habían solicitado a la gerencia, y apegados a la Constitución de la República, indemnizara a los familiares del telefonista Víctor Guerrero, quién había fallecido de forma trágica, en el cumplimiento de su deber, en la central de Mixcoac.
Acostumbrada a no respetar los acuerdo y a violar las leyes del país, la Ericsson respondió que no podía “indemnizar a la viuda e hijos del Sr. Guerrero”, por lo que en cambio con la intención de ayudar a la familia, había resuelto “depositar una cantidad de dinero en un banco, de cuyos rendimientos habrían de disponer los familiares para solventar sus necesidades”.
El sindicato consideró entonces, que la propuesta de la empresa era “en verdad inadmisible”, pues en su opinión, el ofrecimiento hecho por la Ericsson “en nada favorecía a los deudos”, por lo que exigieron el cumplimiento por parte de la empresa, de “los derechos que sanciona nuestra Constitución”.
El sindicato señaló que insistirían en el pago de dicha compensación por ser “de equidad y justicia”, de lo contrario, aplicarían otros procedimientos en señal de protesta.
La solicitud del sindicato fue ignorada por los empresarios suecos, a pesar de que la petición había sido hecha con “actitud comedida y noble”, por parte de los telefonistas.
El sindicato argumentaba que su demanda, no tenía otra finalidad que la de “producir un relativo bien a una familia numerosa que hasta hace poco tiempo vivía con el jornal de un hombre que hacía varios años que prestaba sus servicios” en la Ericsson, por lo que de no ser atendida su petición, se declararían en huelga.
Mientras esto sucedía en la Ericsson, el sindicato informó que en la asamblea general celebrada el viernes 25 de mayo (de acuerdo con los estatutos del sindicato, las asambleas deberían realizarse los viernes de cada semana), había sido electo el Comité Ejecutivo que fungiría durante el 2º semestre de 1923, pues de acuerdo con el Artículo 12, fracción 2 de los estatutos del sindicato “El tiempo de duración de los cargos de Secretario será de seis meses; pudiendo ser reelegido aquel o aquellos que para el bien de la Agrupación se estimare conveniente”.
En cuanto a la formación del Comité Ejecutivo, el artículo 6 de los estatutos señalaba que éste Comité estaría formado por cinco miembros para desempeñar los puestos de Secretario General; del Interior; del Exterior; Tesorero y Subtesorero.
El nuevo Comité Ejecutivo quedó formado por Antonio Pacheco como Secretario General; Salvador López Huesca del Interior; Claudio Cuevas del Exterior; Pedro Hernández, Tesorero y Josefina Reveles como “Sub-tesorero”.
Junto con el anuncio de la toma de posesión del Comité Ejecutivo del sindicato de telefonistas de la Ericsson, se dio a conocer también el programa de las actividades que se llevarían a cabo con motivo del 3er aniversario de la fundación del sindicato, el cual señalaba que se realizaría “una animadísima fiesta literaria y un baile que terminaría hasta el amanecer”.
Terminada la celebración y cuando el asunto de la indemnización a los familiares de Víctor Guerrero parecía haber quedado en el olvido, el sindicato reinició las gestiones para que los deudos del telefonista fallecido recibieran la ayuda, pues hasta el 24 de junio, la Ericsson no había dado ninguna respuesta.
Al hacer caso omiso de las disposiciones establecidas por la Secretaría de Industria y Comercio, en materia de indemnización por accidentes en el trabajo, la gerencia de la Ericsson obligó al sindicato a reiniciar la lucha, quién después de haber advertido a la telefónica sueca con diez días de anticipación, que de no dar respuesta a su demanda, la huelga estallaría, ésta se realizó, pero fue breve ya que la Ericsson estuvo de acuerdo en pagar de inmediato la indemnización a los familiares del telefonista fallecido.
Ya de nuevo en la lucha, los telefonistas de la Ericsson acordaron en noviembre, solidarizarse con la Federación de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías en el movimiento de huelga que estaban por iniciar.