Jorge B. Fernández.
Información obrera, segunda época, marzo de 1985.
¿Cómo le harán? Vienen de siete horas de hablar sin parar y siguen. ¿Por qué son mujeres? Tal vez, pero también porque tienen mucho que contarse.
El trabajo de una delegada de 02 durante dos meses, puede medirse, aproximadamente, por el centenar de boletines e informes que carga.
Así que preguntar ¿Qué pasó en la Convención?, que con sus intermitencias duró seis meses, lleva un tiempo largo.
El pequeño grupo de trabajadoras de tráfico que está reunido, nos lanza algunas cosas.
-La Convención debe reunirse, por estatutos, una vez al año. Vienen delegados de los centros de trabajo de aquí, la sección matriz y de las foráneas.
“Se hace en septiembre, para revisar el trabajo del Comité y discutir los problemas más importantes. Esta vez se junto con la Asamblea Nacional Extraordinaria, que se convocó para discutir el aumento de mediados del año pasado, cuando se dieron aumentos de emergencia a los salarios mínimos.
“Pedíamos un incremento igual al que habían recibido los mínimos: 20.2%. Sentíamos que como nuestro sindicato era el primero en estarlo negociando, podía servir de ejemplo a los demás.
“La empresa se cerró, vino la requisa, la asamblea se alargaba muchísimo y los delegados tenían permiso para pocos días, algunos ya estaban sancionados… Se pasó el problema a la Convención.
-La Convención tenía que discutir la táctica para la próxima revisión salarial, la de abril de este año, la reformas de estatutos…
Dejamos a un lado el asunto de la reforma de los estatutos porque si nos clavábamos en eso nos podíamos pasar horas platicando.
-En lo de los salarios, el Comité Nacional dijo que no nos preocupáramos demasiado, que tenía confianza en que la intervención del gobierno obligara a la empresa a dar lo que pedíamos.
-Para esto estábamos requisados.
-Como otras muchas veces.
-No, En esta había algo diferente. En las anteriores, la empresa se había puesto de veras perra con todo el mundo. En Tráfico por ejemplo. A los representantes del sindicato, por supuesto, no se les dejaba entrar, y a las compañeras les caía la chinga; las revisaban al entrar y salir, las carrereaban mucho adentro, las acosaban, se molestaban mucho, le agarraban mucho odio a la empresa.
“Ahora cambió la táctica. La onda fue dedicarse a chingar aquí y allá, a unos cuantos, sin molestar a la mayoría. Lo que más usó fue las CARTAS de INVESTIGACION. En lugar de despedir, que era una medida en la que se veía claramente el estilo represivo, usó mucho las cartas de investigación”.
-Se vieron muy vivos, los de la empresa. Las cartas de investigación eran un triunfo sindical. Porque cuando aparecía una bronca, se obligaba a la empresa a que antes de sancionar, se abriera una investigación, en la que participaba el sindicato y la gente podía defenderse.
“Esta vez se puso a mandar las cartas de investigación, con cualquier pretexto, de manera de gastar a la gente, y a los representantes del sindicato en mil pequeñas broncas. Como nos dimos cuenta, se tomó el acuerdo de no hacer caso a las investigaciones”.
-El caso es que se puso más que a despedir, a sancionar. Sobre todo en la zona de Sinaloa, Sonora y Baja California Sur. Hubo unos 500 sancionados: dizque por negarse a desarrollar labores pactadas; 161 dizque por meterse indebidamente en instalaciones a las que no debían entrar; 131 por negarse a cambiar su lugar de residencia; 121 por participar en mitines…
-Eso por un lado. Por otro, especialmente en tráfico, en lugar de molestar a las compañeras y echarsélas encima, las trató muy bien. Desde la forma en que les hablaban los jefes, hasta el ofrecimiento de que trabajaran horas extras y no en veladas, como antes, que son una soba. Esta vez dio horas extras en buenos turnos, y como la gente siempre necesita un ingreso más…
-También usaron el escalafón, para ganarse a alguna. Como no había representación sindical que protestara, se pasaron por encima las listas y a algunas no les correspondía avanzar en el escalafón, les “hicieron el favor”.
-El caso es que en las requisas anteriores las compañeras se sentían ahogadas porque faltaban las delegadas. Ahora no, porque no les metían problemas.
“Más bien se mencionaba aisladamente”.
“Sancionaban aisladamente y a la mayoría la trataban, digamos bien”.
-No es que se ganaran a la gente, que siempre, por las condiciones de trabajo que de verdad son duras, ha sido, es y será antipatronal. Pero si bajaron mucho el nivel de tensión.
-Además, la bronca se alargo mucho muchísimo seis mese.
-Por eso terminamos aceptando los cuatro mil pesos de aumento, que representaban un 7 por ciento, en lugar del 20 que pedíamos.
La requisa privada.
-Ya aceptamos y se firmó un convenio con la empresa, avalado por el Congreso del Trabajo: no habría represalias, se discutiría lo de los despedidos y sancionados y los problemas que se habían planteado desde antes.
“El caso es que terminó la requisa y al otro día los delegados se encontraron con que no los dejaban entrar. Había policías y unas monas que revisaban a todo el mundo, con listas de los turnos. Como la empresa ya hizo de eso una costumbre después de las requisas, nosotros respondimos como siempre, presionando.
“Entraron las delegadas y…”
La golpiza a las operadoras, el 4 de enero, fue contada a detalle en el número pasa de nuestro Boletín, así que no nos detenemos en el problema. Baste decir que un número grande de policías con y sin uniforme echaron polvo de extinguidores, golpearon con manos y pies a las trabajadoras, causaron un aborto, secuestraron momentáneamente a las delegadas.
-Lo que había era una requisa privada.
-Lo que había era una requisa privada. Sí, con policías y todo, dejando fuera a los representantes sindicales.
“Se llamó de nuevo a la Convención, que resolvió entablar negociaciones con el Congreso del Trabajo y Farell, para que interviniera ante la empresa.
“El día 15 se firmó un convenio. La empresa se comprometió a indemnizar a las compañeras golpeadas, dar incapacidad a las que necesitaban, abrir de nuevo las puertas a los representantes sindicales.
“El resto de los problemas se discutirían en mesas de trabajo”.
Pequeños grandes problemas.
-Entre las muchas broncas que en este momento están en el pleno, las más importantes son tres:
“Primero, la próxima revisión salarial para abril.
“Segundo, lo que llamamos la reinterpretación del convenio de tráfico. El problema viene desde 1983. Un año antes se había firmado el convenio, donde se establecen los detalles de las relaciones de trabajo. En 83 el Comité Nacional nombró una comisión, por fuera de los representantes del departamento para encargarse de eso. El problema es que a estas alturas, lo que se necesita no es una reinterpretación, sino una revisión, un cambio.
“Tercero, y el de la cuestión más dura a largo plazo, la Cláusula 9. Es la es la que se refiere a que la empresa no tiene derecho a contratar a través de terceros, usando compañías aparentemente independientes, para hacer labores que están contempladas en nuestro contrato colectivo. Ahora, con la entrada del digital, el nuevo sistema, la empresa está sacando mucho trabajo por fuera”.
Otra vez tocamos un punto que merece una explicación detallada, de modo que la dejamos, como las demás para más adelante.