José García Méndez.
Con un nuevo nombre, los telefonistas del ahora Sindicato Nacional de Trabajadores de la Ericsson, se declararon en huelga el 14 de febrero de 1945, al demandar 100% de aumento en sus salarios, pago de la cuota del Seguro Social por parte de la empresa y el reconocimiento y aprobación de los escalafones.
La demanda del aumento de salario se basaba en que estos se encontraban en un nivel muy bajo, como consecuencia del elevado costo de los artículos de primera necesidad, que venían sufriendo alzas inmoderadas. Los telefonistas consideraron que no era mucho pedir “dadas las circunstancias en que los capitalistas suecos, simpatizadores de Hitler han mantenido a su personal, que les han rendido cuantiosas ganancias”.
Los telefonistas argumentaron que la Ericsson no podía decir que hubiera sido perjudicada por el estado de guerra, sino al contrario, esta situación había colocado en condiciones ventajosas a las dos empresas que explotaban el servicio telefónico en México, dado que las “plantas están saturadas y trabajando a toda su capacidad, sus ingresos por concepto de larga distancia ha aumentado enormemente, con motivo del auge de negocios actual, sus operaciones están basadas en un mínimo de gastos, pues haciendo malabares, utilizan el material viejo, haciendo únicamente las reparaciones más ingentes al equipo de aparatos y centrales”, decían los telefonistas.
A pocas horas del estallamiento de la huelga, los telefonistas de la Ericsson, con el apoyo de los electricistas del SME y los telefonistas de la Mexicana, realizaron un mitin en los patios de de la Secretaría del Trabajo.
En esta entrega, ofrecemos los discursos que pronunciaron los dirigentes de los telefonistas en el mitin.
NESTOR BATRES. Del Sindicato Nacional de Telefonistas.
“Compañeros; Han de saber ustedes que en el siglo XX vivió un negrito que decía: “Que nadie diga quién es, que sus obras lo dirán”. Esto viene aquí de cuento, porque necesitamos recordar quién es la Compañía Telefónica Ericsson.
¿Quién es la Compañía Telefónica Ericsson? Es una empresa extranjera de tipo porfirista, con procedimientos porfiristas anticuados, con una voracidad digna de toda censura, que viviendo en la época moderna, persiste en esos procedimientos. Una empresa que se ha enriquecido explotando al pueblo de México con un equipo telefónico que debiera mejorarse, y por eso no corresponde al favor del pueblo.
Ha almacenado millones de pesos que los envia al extranjero, en vez de dejarlos aquí en el país que los ha producido, para que pudiera traducirse en hospitales o en un bien social.
Una empresa que burla las leyes del país y que tiene sojuzgados a sus trabajadores con salarios de hambre. Se ríe de sus trabajadores al no concederles derechos escalafonarios para compensar la antigüedad de sus trabajadores. Se ríe tanto de las suplicas como de las actividades enérgicas de sus trabajadores al pedirle aumentos de salarios para nivelarlos, igualarlos con los trabajadores de otras empresas similares, sin hacer caso al precepto legal que dice que a igual trabajo igual salario.
Ahora, en cuanto se refiere al Sindicato Ericsson, ¿quién es? Es un conjunto poderoso de trabajadores con los mismos derechos de cualquiera organización obrera, conjunto al cual se le ha agotado la paciencia, en vista de que como ejemplo reciente, tiene ya un mes de estar platicando con ellos, en pláticas ante el Secretario del Trabajo y la Empresa, para solamente obtener un ofrecimiento ridículo, denigrante, que es un atentado a la dignidad de ustedes.
Es un conjunto de compañeros que cansados de esperar vienen a ser acto de presencia frente a los funcionarios de la Secretaría del Trabajo, a demostrarles con sus caras sonrientes pero enérgicas su situación y a pedirles que se haga justicia. Estos obreros son los que dentro de unos cuantos días están en actitud de demostrar que son capaces de hacer valer uno de sus más sagrados derechos como es la huelga.
¿Quién les ha orillado a dar este paso? La Empresa. Nosotros bien sabemos sus ganancias fabulosas y sabemos que tiene un superávit no sólo para conceder un ciento por ciento, sino hasta un doscientos por ciento de aumento de salarios.
No deben ustedes de permitir que se burlen de sus derechos ni deben de cejar en la conquista del escalafón que es primordial elemento de protección para los que dejan su vida en la empresa. QUE NO SE DIGA QUE LA CAPACIDAD ESTA POR ENCIMA DE LA ANTIGÜEDAD.
Es satisfactorio para nosotros tener aquí la presencia del licenciado Trujillo Gurría, hombre probo que hasta la fecha ha colocado en un terreno de dignidad a la Secretaría, al igual que el señor Sub-secretario, ya que ambos son los titulares.
Son elementos insospechables que como nuestro señor Presidente ha fijado en forma definitiva sus propósitos de mejorar al elemento trabajador, al elemento obrero que en unión del campesino hicieron la Revolución. A ellos ha tocado estudiar profundamente. Serenamente el asunto, con el afecto que siempre han manifestado sentir hacia los trabajadores. A ellos toca hacer justicia, pero si esto no fuera posible, por la Guerra o por otros motivos entonces, repito, la organización obrera, y ustedes mismos haremos valer el derecho que la ley nos concede e ir al movimiento de huelga como último recurso.
Que recoja pues el Licenciado Trujillo Gurría la impresión de estos momentos y la impresión de lo que digan los que me sucederán en el uso de la palabra, que recoja el significado de nuestra lucha que afianzará más las decisiones que deba dar para obligar a esa empresa imperialista, cuyos procedimientos no tienen calificativo, para que dé a ustedes lo que les corresponde. Los telefonistas de la Mexicana, como las otras organizaciones, estamos con ustedes hasta donde sea posible, y hasta ir a la huelga.
MOISES BARRERA; Del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Ericsson.
Voy a empezar por marcar un error que cometió la empresa, error que tendrá que dejar de existir a partir del 14 de febrero actual. Este error ha consistido en mantener a todos los trabajadores de la Ericsson en absoluta miseria. Nunca la empresa pensó en que llegaría este momento en que los trabajadores que han vivido en continúa miseria tendrían que levantarse a la voz de hombres honrados .
Y eso se debe a que llegado este momento, todas esas voluntades están perfectamente unidas para llegar la huelga el día 14 de febrero en curso. Nunca pensó la empresa en que así como había hombres que supieron venderse a ella, también había hombres que saben sostener la palabra de honor dada, no ante 2 500 trabajadores, sino ante todos los familiares que ustedes representan y que viven en la miseria dados los sueldos tan bajos que la empresa paga.
Hasta la fecha hemos logrado mantener en todas las pláticas una serenidad absoluta, porque somos consientes como representantes de ustedes y somos responsables de que constituimos el nervio vital de una empresa de tal naturaleza, que es un servicio público.
Al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Empresa Ericsson por ningún motivo se le hará retroceder en sus peticiones, aunque se le amenace con que el Gobierno expropiará la empresa. Si el Gobierno no la expropia, que ojalá y así sea. De manera que confiamos en la virilidad con que ustedes sabrán comportarse cuando llegue el momento decisivo, de manera que quiero hacer la aclaración última de que hasta que no se respete lo que pedimos, el 14 de febrero iremos a la huelga.
ARTURO ROJO, Secretario General y Presidente del Comité de Huelga.
Tal vez la actitud del Sindicato de Trabajadores de la Ericsson algunos la tomen como intransigente. La actitud de nosotros, de prudencia, ha sido durante los veinticinco años de vida de vida de sete Sindicato. Ha sido fruto de un Sindicato muy viejo comparado con las demás organizaciones, y venido a dar fruto también la existencia de estos salarios de hambre de que disfrutamos. Si ha habido algo de intransigencia, en ese caso ello obedece y se debe al hambre que reina en nuestros hogares.
Camaradas: El Comité de huelga tiene hechos todos los preparativos necesarios para el día 14 de febrero, a las 24 horas, se inicia ese movimiento de huelga.
Señores Secretario y Subsecretario del Trabajo: La Secretaría del Trabajo, la expresión vivida de los trabajadores de la Ericsson que hacen consiente acto de presencia, demandando justicia para la demanda que está solicitando de la empresa Ericsson que por mucho tiempo en forma mañosa ha estado reteniendo esa justicia que deseamos, continúa en píe de lucha.
Para el amplio criterio de ustedes, representantes de un gobierno revolucionario, no escapa el hecho de que las condiciones de vida que vive el pueblo mexicano, son verdaderamente miserables por la carestía excesiva de la vida; para el alto costo de la vida cuyo fenómeno ha venido a agravar en forma terrible los salarios de los trabajadores, derribando las conquistas de la Revolución y los postulados y fines que la Revolución de 1910 vino persiguiendo, ya que al inflarse el costo de la vida se deprimen los salarios de los trabajadores. Y la consecuencia es la miseria inmediata del pueblo.
Es así como los trabajadores de la empresa Ericsson, que de por si tienen sueldos miserables, resintiendo en nuestros propios hombres las consecuencias de la carestía de la vida, hemos venido pugnando por salarios que nos den la posibilidad de una vida siquiera decente, pues no la queremos de comodidad. Eso hemos demandado de la Empresa Ericsson, cuyas entradas exorbitantes podrían concedernos no el 100% sino el 200% como alguien ya ha dicho. Sin que esto motivara lesión alguna para sus entradas económicas.
Y al pedir salarios más dignos, creemos que tenemos absoluta justicia, porque bien sabemos que la carestía de la vida ha traído como consecuencia y como origen la desnutrición de nuestros hijos. Y al pedir a la Empresa Ericsson justicia, no sólo para nosotros, sino para el pueblo mexicano. Al pedir se mejoren las condiciones de vida del sector de los trabajadores de la Ericsson, estamos, estamos pidiendo también para el proletariado mexicano una mejoría, y estamos contribuyendo a ello con un gesto patriótico, porque bien sabemos, camaradas, que los fines de la democracia consideran a los trabajadores como los cimientos de todas las naciones del mundo.
Señores representantes del Gobierno; Hace treinta y siete años que en Cananea y Orizaba dos movimientos gloriosos se inmortalizaron por los trabajadores y fueron la chispa para hacer conciencia en la clase proletaria y en toda la Nación.
Como dijera un compañero, fueron los trabajadores del campo y del taller los que dieron el efectivo impulso y que hicieron que más tarde no pudiera continuar la dictadura. Las condiciones que entonces privaban, condiciones de vida en el pueblo, dieron origen a la chispa que brotó después en el pueblo de Aquiles Serdán. Fueron ellos héroes que como Emiliano Zapata no sólo dieron su ejemplo y el gran impulso a la Revolución, sino que regaron su sangre generosa, y esos hombres actuaron y fueron impulsados por las condiciones de vida misérrima del pueblo.
El capitalismo eterno enemigo de los trabajadores, vuelve ahora a cometer el mismo error de entonces impulsándonos a la miseria y vuelve a maniobrar para desear que los salarios de los trabajadores se conviertan en nada, aumentando el alto costo de la vida. Y es así como los que formamos el proletariado nacional nuevamente estamos demandando justicia y haciendo acto de presencia exigiendo que se nos den salarios más dignos que compensen aunque sea en ínfima parte las grandes entradas de la empresa.
Señor Ministro del Trabajo: En manos de usted está en gran parte el que se nos haga justicia al sector de trabajadores de la Ericsson, y en manos de usted está el que los problemas que tenemos enfrente se resuelvan en bien de 2 500 familias que esperan de usted su generosa intervención.
Hemos tomado la inquebrantable decisión de que en esta ocasión se nos haga justicia, y opondremos a las maniobras de la empresa la unidad de nosotros, y a su intransigencia opondremos el único recurso de la ley: LA HUELGA”.
Como estaba previsto, la huelga estalló el 14 de febrero a las cero horas, pero solo duró dos, el resultado fue favorable para los telefonistas de la Ericsson pues lograron aumento del 25% en sus salarios, 50 mil pesos para la construcción de su edificio sindical, 15 mil pesos por los gastos generados por la huelga, pago de la cuota del Seguro Social correspondiente a cada trabajador, aumento de 1. 25 pesos sobre el mismo aumento global para las operadoras que trabajaban de noche y la incorporación definitiva al contrato, de los salarios de emergencia decretados por el gobierno, así como el reconocimiento del escalafón.