Nuestra Palabra

A principios de los años veintes, los telefonistas, principalmente los de la Ericsson, se habían destacado por las importantes luchas que venían realizando, por esta razón, decidieron crear una publicación que les permitiera difundir su ideario y promover la organización de otros sectores de trabajadores. En esta ocasión presentamos el artículo publicado por L. Urmaechea, destacado anarquista de la época y que apareció en el número especial del 25 de junio de 1920 de “EL MICROTELEFONO”, órgano oficial del Sindicato de Obreros y Empleados de la Compañía de Teléfonos Ericsson.

NUESTRA PALABRA.

Es un saludo que fraternalmente enviamos a toda la prensa obrera y al proletariado universal, que lucha por acercar cada día su emancipación económica e integral.

NUESTRA PALABRA es para nuestros hermanos de manos callosas, galardón de orgullo entre los humanos y demostración práctica de lucha por la vida.

En el taller, en la fábrica, en la mina, en los elevados edificios en construcción; en todo lo de nuestros hermanos expoliados, que representa genuinamente la riqueza productiva de nuestra vida azarosa de diaria labor, todos los de ese enjambre, de la colmena humana, compuesta de Panaderos, Carpinteros, Herreros, Albañiles, Tejedores, Pintores, Carroceros, Picapiedreros, Tripulantes, Motoristas, Chauffeaurs, Electricistas, Mecánicos, Telefonistas en general, étc., étc. Todos, todos ellos reciban con agrado y aprecio el fluido entusiasmo que de cerca o de lejos, les enviamos desde las columnas de nuestro vocero “EL MICROTELEFONO”. Este no es más que el cariñoso saludo de nosotros, hermanos vuestros de miseria y del dolor, queremos que ustedes nos comprendan, nos entiendan y, formando ecos de nuestros deseos de perseverancia en la lucha mundial, que día tras día se hace más aguda e insoportable venimos a llenar las filas de los obreros organizados de ambos sexos, por cuanto nuestro Sindicato es una verdadera Liga Industrial de Trabajadores, empleadas y empleados, todos unidos como un bloque de granito. Así podremos resistir al vendaval de todos los tiranos, hasta que llegue el ¡DIA!…que a nuestra vez devolvamos golpe a golpe, injuria por injuria y acción obrera contra acción burguesa. Somos nuevos, somos niños, recien estamos deletreando el ABC de la cartilla social… pero nuestras aspiraciones, libres de apasionamientos y envidias, coronaran la nueva fuerza creadora que estamos fomentando, para poder ser la fuerza batalladora del futuro. Así lo esperamos los Telefonistas de México.

L. Urmaechea.