¿Qué pasó Jacinto?

Ya te dijeron donde va a ser la reunión¬¬¬?
Si, el profe Monca me pidió que les llamara a todos a su teléfono celular, solo me falto Pioquinto, ya sabes, con ese nombrecito? pero le voy a mandar un e-mail, a ver si lo lee en la noche, al fin hay tiempo, la reunión es el miércoles a la cinco de la tarde en el Sanborns de Madero, dizque para recordar viejos tiempos, ahí nos vemos.
Poco a poco los integrantes de Grupo Luz fueron llegando al lugar de la reunión. Eligieron una mesa grande, esperando que los ocho integrantes del grupo estuvieran más comodos.
Cada uno de ellos pidió un café, solo Eloy ordenó un sándwich, pues dijo que por la naturaleza de los asuntos que había tratado ese día, no había comido.
El profe Monca solicito a todos los asistentes, que apagaran su celular para que no parecieran diputados en sesión plenaria, pues en su opinión, el asunto que iba a tratar era de suma importancia para los trabajadores mexicanos, ya que se pretendía modificar la ley del trabajo, que muchos sacrificios y muertos les habían costado.
El profe Monca pregunto. Ustedes recuerdan como nació la idea de crear una ley que defendiera a los trabajadores?
Si, respondió Méndez, recuerdo que todo empezó cuando recibimos aquel documento que envió nuestro amigo Ricardo desde San Luis Missouri, en donde explicaba las razones para luchar por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, ya que las condiciones imperantes podrían provocar una revolución, pues ya existían los antecedentes de Cananea y Río Blanco, donde se habían dado brotes de descontento por parte de los trabajadores, provocando la respuesta del gobierno con la intervención de la policía y el ejército. Recuerdo que su documento llevaba el nombre de Programa del Partido Liberal Mexicano.
En absoluto silencio, los integrantes del grupo escuchaban con atención la explicación que Méndez hacía del documento, recordando que éste proponía el establecimiento de la jornada de 8 horas, días de descanso, salario mínimo, reglamentar el trabajo infantil y el de las mujeres…
Sobre todo el trabajo infantil, interrumpió Ciro, ya ven como en Wall Mart, los niños ahora todavía siguen trabajando sin ninguna prestación.
Y las mujeres que son explotadas en las maquiladoras, donde las tienen trabajando hasta más de doce horas, sin pago de tiempo extra y en pésimas condiciones de higiene, dijo Eloy.
Y que me dicen de los chavos que hasta doctorados en física tienen y trabajan en Starbucks o McDonald’s con salarios por horas y sin seguridad social, dijo Rodolfo.
De nada sirvieron tantos muertos y tantas huelgas, dijo el profesor Moncaleano. Regresando al documento de nuestro amigo Ricardo, dijo, señalaba que teníamos que luchar para cambiar la situación, pero para ello teníamos que prepararnos y educarnos.
Se acuerdan que ni siquiera teníamos un lugar donde platicar, pregunto Trini.
Recuerdo, dijo Jacinto, que teníamos que empezar por enseñar a nuestros compañeros como liberarse de la opresión de sus explotadores, ya ven como ahora la fábrica y el taller se cambiaron a nuestras casas con las computadoras, donde el trabajo es más intenso y provoca más stress.
Después de varios cafés, Méndez recordó como surgió la necesidad de crear una escuela donde se enseñara en forma científica el desarrollo de la naturaleza y la sociedad, él había escuchado que quién cubría esta necesidad era la Escuela Racionalista o Moderna propuesta por el profesor español Ferrer i Guardia, y para ello necesitaban de un lugar para poder difundir los postulados de dicha escuela.
En eso no habíamos pensado, se acuerdan? Pero con la ayuda de algunos compañeros, principalmente los canteros, encontramos en Peralvillo el lugar para que nuestros compañeros estuvieran comodos.
Entre risas, Jacinto y Pioquinto recordaron que la renta del local les costaba 50 pesos mensuales y como Pioquinto en su carácter de carpintero, tuvo que comprar la madera y construir los pupitres.
Otro problema al que tuvieron que enfrentarse fue el de encontrarle nombre a la escuela, como debería llamarse? Escuela Racionalista, Moderna, para obreros?.
Recuerdan que el profe Monca propuso que se debía buscar un nombre que resumieran las ideas de armonía, unidad, fraternidad, ayuda, etc.
Como si fuera nuestra casa, recordó Eloy.
Exacto, dijo Pioquinto, como una casa para los trabajadores.
Una Casa del Obrero? Propuso Ciro.
Pero deberá ser mundial, dijo Jacinto, ya que debería tener alcance internacional basada en los principios del anarquismo libertario. Así nació la Casa del Obrero Mundial.
Rafael, que había permanecido en silencio, recordó al grupo, la enorme responsabilidad que se habían echado sobre la espalda cuando su tarea fue la de organizar a los sindicatos y formar al movimiento obrero mexicano, a sabiendas que iba a ser muy difícil luchar contra las fuerzas ocultas que desde el gobierno y la burguesía impedían que los trabajadores se liberaran de la opresión.
Recuerden que esas fuerzas actuaron de inmediato, expulsando del país al profesor Moncaleano y encarcelando a los fundadores de la Casa.
Aunque al salir de la cárcel rápidamente nos organizamos y convocamos a todos los trabajadores a conmemorar por primera vez en nuestro país el primero de mayo en honor de los Mártires de Chicago, bajo el gobierno del dictador Huerta, que más tarde ordenó el asesinato del diputado Serdán.
Si, recuerdo que el viaje desde la Ciudad de México hasta las Islas Canarias fue una tortura, dijo el profe Moncaleano.
No debemos olvidar también cuando nos unimos al ejército constitucionalista, formando nuestros batallones rojos, con la promesa de Carranza de que las condiciones de los trabajadores cambiarían y ya ven lo que sucedió, luchamos contra Villa en el Ebano y Celaya, ayudamos al triunfo del general Obregón y que recibimos como respuesta, la represión.
Aquí mismo, donde ahora disfrutamos de esta plática y éstos cafecitos, el ejército constitucionalista nos reprimió, sin importar si había niños, mujeres y trabajadores que venían a tomar sus clases.
Pero gracias a todo esto logramos que se estableciera en la constitución el artículo 123, dijo Ciro,
Sí, pero a que precio, dijo Méndez, ya ven que ahora una vez más ni al gobierno ni dizque al partido que se dice heredero de la revolución, le interesan los derechos de los trabajadores, pues ahora pretenden modificar la ley con el cuento de que habrá más empleos y mejores salarios, recuerdo que en el movimiento del 68 mis nietos cantaban una canción de Judith Reyes que decía “gobiernito, gobiernito de la negra tradición, se parece al que mi abuelo le hizo una revolución”.
Y que me dices de aquella que dice “mi abuelo fue peón de hacienda, yo fui revolucionario, mis hijos pusieron tienda y mi nieto es funcionario”, dijo con tristesa Ciro.
Un gran silencio rodeo al grupo, solo el ruido que hacían vasos, platos y cucharas al chocar entre sí lo interrumpían.
De pronto, de la enorme pantalla negra de plasma, salio un gran escándalo, cuando los diputados del revolucionario institucional y el partido de la derecha festejaban su triunfo, que sin luchar y solo levantando su dedo, mutilaban los derechos de los trabajadores mexicanos, borrando de “un dedazo”, la historia de más de cien años de lucha.