En abril de1960, 7 400 integrantes del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana se declararon en huelga, ocasionada por “La firme intransigencia de los representantes de los telefonistas que no ceden un ápice en sus desmedidas exigencias”, que eran aumento en sus salarios, jubilación a los 30 años de servicio, aumento en el fondo de ahorro, aumento en los días de vacaciones, guarderías para los hijos de los trabajadores, retabulación y reducción de la jornada de trabajo para todas las operadoras del sistema, ayuda para la renta y pasajes, aval de la empresa para la construcción de casa y el respeto al contrato colectivo de trabajo, y a la “imposibilidad de la Empresa para aceptarlas”, ya que el sindicato presentó un proyecto para revisar y modificar 130 clausulas del contrato colectivo.
Como siempre, “Los representantes de la Empresa han manifestado […] su buena voluntad para estudiar y discutir el proyecto del sindicato”, pero los representantes sindicales encabezados por Agustín Avecia “adoptan desde el 16 de febrero pasado una posición intransigente, que impide todo acuerdo, por injusto, por ilegal y por inequitativo, al no admitir siquiera la iniciación de las platicas”.
A pesar de la intransigencia del sindicato, éste concedió una prórroga de diez días para el inicio de la huelga, que debería hacerlo el 26 de marzo, a las 12 horas. A pesar del interés del sindicato por impedirla, la huelga dio principio el 6 de abril, cuando habían sido agotados todos los recursos legales para evitarla, pues el sindicato argumentó que el proyecto presentado por Teléfonos de México era lesivo para los telefonistas.
Ante la imposibilidad de llegar a algún acuerdo, las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones, advirtieron que el Presidente de la República Adolfo López Mateos había ordenado que, en caso de que la huelga fuera declarada, la empresa será intervenida, para que en un plazo de 48 horas, el servicio telefónico fuera reanudado en todo el país.
Apenas iniciada la huelga, la requisa de Teléfonos de México se inició a las 12.15 horas, nombrándose como administrador al Subsecretario de Comunicaciones, ingeniero Juan Manuel Ramírez Caraza, durante el tiempo que permaneciera la requisa.
Era la quinta ocasión, que por motivo de una huelga, la requisa era aplicada a los telefonistas, la primera en 1915, decretada por el General Álvaro Obregón y que sería levantada hasta 1925; la segunda, impuesta el 6 de abril de 1944, siendo Presidente de la República el General Manuel Ávila Camacho; la tercera el 21 de noviembre de 1950 y la cuarta el 2 de abril de 1952, siendo Presidente Miguel Alemán.
En esta entrega, ofrecemos el Decreto que estableció la requisa de los bienes de Teléfonos de México.
En el Diario Oficial del 7 de abril de 1960 se publica el siguiente Decreto Presidencial:
“Acuerdo que dispone la requisa de los bienes y derechos inherentes o derivados de la explotación de Teléfonos de México. S.A., así como de los contratos relacionados con la explotación y funcionamiento de los servicios que presta al público”.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos, Presidencia de la República.
ADOLFO LÓPEZ MATEOS, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed:
Que en uso de las facultades que se confieren al Ejecutivo de la Unión de la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el Artículo 112 de la Ley de Vías Generales de Comunicación, y
CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que ha consecuencia del movimiento de huelga llevado a cabo a las doce horas del día seis de abril del presente año, por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana en contra de la Compañía de Teléfonos de México, S. A., ha quedado paralizado el servicio de comunicaciones telefónicas tanto en el Distrito Federal, como en los diversos Estados de la República, donde la citada Compañía tiene establecidas Sucursales, así como el servicio de larga distancia nacional e internacional.
SEGUNDO.-Que la paralización de éste servicio constituye un peligro inminente para la economía nacional, porque dicho servicio es fundamental para la vida económica de la nación misma.
TERCERO.- Que el artículo 112 de la Ley de Vías Generales de Comunicación faculta al Ejecutivo Federal para requisar los bienes de las empresas de vías generales de comunicación en los casos específicos señalados por el propio precepto y entre los cuales se encuentra la posibilidad inminente para la economía del país, siempre que a juicio del Gobierno así lo exijan las condiciones que prevalezcan en los asuntos de la materia de que se trate.
CUARTO.- Que el ejecutivo de mi cargo, usando de las facultades que el mencionado precepto legal le concede, considera que procede la requisa de la vía general de comunicación de que se trata en el Considerando Primero de este Acuerdo, con los elementos que integran dicho servicio; sin que esta medida presuponga la terminación legal del movimiento huelguístico, ni prejuzgue en forma alguna sobre la procedencia o improcedencia del mismo movimiento y, por lo tanto, la requisa de los bienes de la citada Compañía que se ordena por este Acuerdo, continuará hasta que las partes lleguen directamente o de conformidad con las disposiciones legales vigentes, a un arreglo que termine definitivamente el conflicto que ha dado origen a las medidas consignadas en el cuerpo de este documento, he tenido a bien expedir el siguiente:
ACUERDO:
I.- El Gobierno Federal requisa, por conducto de las Secretarías de Comunicaciones y Transportes, del Patrimonio Nacional y del Trabajo y Previsión Social, para todos los efectos legales consiguientes, los bienes que constituyen las vías generales de comunicación concesionados a la Empresa Teléfonos de México, S. A., comprendiendo todos sus servicios, enseres, accesorios y dependencias, bienes muebles e inmuebles y demás derechos inherentes o derivados de la explotación de las referidas vías y que sean propiedad de Teléfonos de México, S. A., así como la explotación y funcionamiento de los servicios que presta al público dicha Compañía.
II.- La administración de los bienes y derechos que se requisan, quedan a cargo del administrador que designe este Ejecutivo Federal, siendo sus honorarios costa de la empresa requisada. El administrador conservará los sistemas de administración, reglamentos y disposiciones que actualmente estén en vigor en la Empresa, sin poder introducir modificación alguna. Salvo las anteriores limitaciones, el Administrador gozará de todas las facultades necesarias para las gestiones que competan a la Empresa.
III.- El Administrador utilizará el personal que está actualmente al servicio de la Empresa bajo las normas del Contrato Colectivo de Trabajo vigente; ocupará personas extrañas sólo de manera excepcional y, podrá substituir empleados de confianza que tengan el carácter de representantes del patrón, en los casos que se considere indispensable.
IV.- El Administrador General al tomar posesión de su cargo, deberá proceder, con la intervención de las personas que al efecto designe este Ejecutivo por conducto de las Secretarías de Comunicaciones y Transportes, del Patrimonio Nacional y del Trabajo y Previsión Social, al levantar el inventario general de los bienes y derechos cuya administración se le encomienda.
V.- El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana y Teléfonos de México S. A., podrán continuar tratando de resolver el conflicto que motivó la huelga en la forma y términos que autorizan las leyes.
TRANSITORIO:
UNICO.- Este Acuerdo entrará en vigor a partir de las 12:01 del día de su fecha y sus efectos cesarán cuando desaparezcan, a juicio del Ejecutivo, las causas que motivaron su expedición.
Para su debida observancia, se expide el presente Acuerdo en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, a los seis días del mes de abril de mil novecientos sesenta. ADOLFO LÓPEZ MATEOS.- Rúbrica. El Secretario de Comunicaciones y Transportes, WALTER C. BUCHANAN.- Rúbrica. El Secretario del Trabajo y Previsión Social, SALOMÓN GONZÁLEZ BLANCO.- Rúbrica. El Secretario del Patrimonio Nacional, EDUARDO BUSTAMANTE.- Rúbrica.
En provincia, la huelga de telefonistas causó malestar, por ejemplo en la Ciudad de León, el Heraldo del Bajío publicó “¡Qué barbaridad, amigo chalán. Ayer León se quedó incomunicado tras la huelga del sindicato de telefonistas, que afectó en esta ciudad a unos tres mil aparatos.
La ciudad se paralizó, porque hoy el teléfono es una herramienta básica para dinamizar la economía y la vida social de una prospera ciudad como León.
La sección local informa que a las 12:40 horas de ayer ´callaron´ unos tres mil aparatos y se colocaron las banderas rojinegras en las instalaciones del Sindicato de Telefonistas.
El Hospital, la Policía y la Cruz Roja, también quedaron desconectados, situación que derivó en el repudio de la ciudad leonesa. Pero el Comité de huelga en León, integrado por los señores Ramón López Nava, Manuel Sánchez Meza y Rosa Lozano Valtierra, dirigentes de la sección 11 del STRM, aseguran que el paro seguirá vigente tanto que se atienda su pliego petitorio expuesto a nivel nacional, en donde los telefonistas exigen aumentos de sueldos.
Y por acá en León todos desconectados. Hasta para hablar a Guadalajara para pedir cuero crudo, han tenido dificultades los curtidores locales. El número 02, donde atienden las telefonistas para la larga distancia, también está suspendido.
Los tres mil teléfonos que ya operan en la ciudad reflejan la proyección que tiene León a nivel nacional, una ciudad que depende de las comunicaciones”.
Un día después el mismo Heraldo del Bajío y, cuando la requisa fue aplicada informó que “Si bueno…quién habla” Los leoneses exhalan un suspiro de alivio, “La huelga telefónica t.erminó”.
“Ayer lo informó oportunamente El Heraldo, ´El Sindicato colocó la bandera rojinegra en sus oficinas, dejando inactivos unos 3 mil teléfonos en León. La gente de León reclamó y repudió el paro de los telefonistas, porque hasta la Cruz Roja y la Policía se quedaron sin servicio, las emergencias fueron por la gente que llegaba corriendo.
Aquí en León, el señor Teófilo González Hernández, en su carácter de Agente del Ministerio Público, retiró lo sellos de la huelga en las oficinas locales.
Pero la oportuna intervención del Presidente de México, Adolfo López Mateos, quién requisó las instalaciones telefónicas, evitó que la huelga siguiera afectando a los usuarios.
-¡Vaya, vaya, amigo chalán! Que relajo se armó acá en León con eso de la huelga telefónica. Todo se paralizó, hasta los pedidos de mercancía por larga distancia, porque no hubo operadoras del 02. Bueno… ni la hora en el 03.
En las páginas interiores del ejemplar del día de hoy, el Sindicato de Telefonistas publica una carta abierta donde justifica su postura ante los leoneses, la firman los líderes sindicales Ramón López Nava, Manuel Sánchez Meza y Rosa María Lozano Valtierra.
Lo importante es que ya se restableció la comunicación y ojalá que los telefonistas arreglen sus asuntos sindicales sin afectar los derechos de terceros. Por cierto, dicen que pronto en León, los números serán de cinco dígitos, porque llevarán el número 3 como preliminar. ¡Ah, como se desarrolla León!”.
La huelga se prolongó por 33 días, el 8 de mayo fue declarado terminado el conflicto, cuando la empresa y el sindicato aceptaron la fórmula propuesta por el gobierno, mediante el cual los telefonistas obtuvieron un beneficio económico de 25 millones de pesos.
En efecto, gracias a “la intransigencia de los líderes sindicales”, los telefonistas obtuvieron 15% de aumento en sus salarios, más otras prestaciones que sumaron la cantidad de 35 millones de pesos.