¡Porque vamos a la huelga!

Lunes 27 de febrero de 1950.

Frente a los movimientos de huelga que los trabajadores promueven para defender sus derechos y obtener mejores condiciones de vida, se levantan los elementos de los sectores interesados que pretenden sobre la base de un programa estridente, desorientar a la opinión pública desvirtuando los verdaderos y justos propósitos de los huelguistas y también cuando hemos presenciado largos y tediosos artículos de algunos editoriales, pronunciándose por el arbitraje obligatorio como el único medio de lograr la tranquilidad social y pretendiendo obligar al sector revolucionario a que adopte una postura de estrangulamiento en contra de los principios sociales más valiosos y fundamentales de nuestras instituciones democráticas.

Legalidad y razón de nuestra huelga.
El Sindicato Nacional de Telefonistas ha procedido en el planteamiento de la huelga, ajustándose en todo a las disposiciones más estrictas que sobre la materia se encuentran consignadas en el código laboral. En efecto, con toda oportunidad desde el 28 de octubre próximo pasado, el Sindicato solicitó en los términos del Artículo 56 de la ley del Trabajo a la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, la revisión del contrato colectivo de trabajo, remitiendo el proyecto relativo, en los 60 días que la ley otorga a las partes para lograr un avenimiento, la empresa jamás formuló contra proyecto o hizo alguna algunas manifestaciones que llevara al propósito de obtener algún arreglo amistoso con sus trabajadores.
En tales condiciones el Sindicato se vio precisado a formular un escrito de peticiones con emplazamiento a huelga a la empresa por conducto del C. Presidente de la H. Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, para exigir la revisión del contrato colectivo de trabajo, mediante el ejercicio del derecho de huelga, anunciando la iniciación de ésta en caso de no lograr una conciliación para el día 17 de enero próximo pasado, en todo el tiempo que transcurrió desde la presentación del pliego de peticiones, 31 de diciembre de 1949, al 17 deenero del presente año, la Compañía sostuvo su misma política de mutismo absoluto y de un desprecio olímpico a las pretensiones de sus trabajadores.
La Secretaría del Trabajo solicito una prorroga.
Antes del 17 de enero del año en curso, la Secretaría del Trabajo y P. S. solicito a la representación del Sindicato prorrogar el movimiento de huelga por 6 semanas, para el efecto de ver si en ese nuevo lapso podría llegarse a un arreglo de tal naturaleza que evitara la huelga anunciada. El Sindicato en vista de tal pedimento y con ánimo de evitar a todo trance un movimiento de huelga, perjudicial al interés público, accedió a lo pedido por la Secretaría y prorrogó el plazo para la huelga hasta el día 28 de los corrientes a las 12 horas, el Sindicato confiado a que con la intervención de la Secretaría y observando la empresa nuestra voluntad, ésta procedería a dar los pasos necesarios para evitar la huelga y después buscar la fórmula que permitiera una mejoría en las actuales condiciones de sus trabajadores.
Pero también en esta nueva acción la empresa ha mantenido su actitud despectiva e intransigente a grado tal que hasta el día 23 de los corrientes nos hizo entrega de unos simples apuntes en forma incompleta de lo que ella pretende sea el contrato colectivo de trabajo, al día siguiente, o sea el 24 entrego otro legajo también como parte de lo que denomina su proyecto de revisión y todo esto tres días antes de que la huelga anunciada estalle, en la inteligencia que hasta estos momentos no se han celebrado pláticas ante la Secretaría del Trabajo con la asistencia conjunta de representación sindical y de la patronal, precisamente por la postura adoptada por la propia empresa que no ha presentado al ministro del trabajo ningunas bases razonables sobre las cuales pudiera solucionarse el conflicto ni siquiera el total de los legajos que el Sindicato presento.
La mutilación de nuestro contrato.
La empresa en sus clausulas formuladas, nos solicita la mutilación de nuestro contrato, pretende la desaparición de las clausulas más importantes, y aún las de carácter netamente sindical, de aquellas normas por las cuales la organización ha luchado a través de tantos años para obtener a cambio, en muchas ocasiones del sacrificio de mejorías económicas, es decir, la Telefónica Mexicana quiere que la nueva compañía consolidada tenga “libertad de empresa”, lo que significa amplio margen para hacer y deshacer con sus trabajadores, suprimir a su antojo las vacantes que se presentan, disciplinas y despedir a los trabajadores sin previa investigación de las faltas imputadas etc., en una palabra que el Sindicato retroceda veinte años y pueda fomentar un clima de negación de los principios más puros del régimen sindical mexicano, en cambio y a pesar de la audacia y temeridad de tales pretensiones, la Compañía quiere ignorar nuestras justas demandas y no dice una palabra de mejoría en nuestras condiciones de trabajo que hemos solicitado en tiempo y forma.
Acaso pretende la empresa que el Sindicato solicito su revisión del contrato para que se le mutile?, el caso es que no solamente la pretensión de la empresa traería el desquiciamiento de nuestro sindicato y de nuestros derechos sino que afectaría primero a todos los trabajadores de la industria al constituirse la empresa consolidada y posteriormente a todos los trabajadores de México al pretenden implantarse un régimen de trabajo que niega los mínimos derechos adquiridos por los propios trabajadores.
La fusión deberá ser en beneficio de todos.
Seguramente que el Gobierno al ver con simpatía la fusión de las empresas telefónicas del país, pensó en la superación del servicio público como meta más importante, en el interés de las empresas como inversionistas y también en la consolidación y mejoría de los derechos de los trabajadores de la industria como factor importante y en tal supuesto, los trabajadores reclamamos esa mejoría, seguros de interpretar la política del régimen actual y las necesidades imperiosas de los trabajadores de la industria telefónica.
Confiamos que la magnitud del problema que confrontan los trabajadores de la industria telefónica del país ante la amenaza patronal e intransigencia inusitada que ha demostrado, habrá de obrar la ayuda solidaria de todas las organizaciones responsables de trabajadores de México y con tal seguridad, defenderemos nuestro contrato y lograremos mejores condiciones de trabajo, aún por medio del sacrificio que supone un movimiento de huelga.
Tenemos la certeza de que la colaboración obrera en nuestro movimiento habrá de ser de tal naturaleza que no permita la mutilación de nuestro contrato y por otra parte asegurarnos que en tales condiciones no habremos de firmar ningún pacto el desdoro o indignidad para los trabajadores.
La empresa quiere la huelga.
Aunque parezca inusitado, la CTyTM con su actitud desea que estalle la huelga, esta nueva medida debe considerarse una nueva maniobra patronal, producto de alguna mente desequilibrada o de muy mala fe, y esta aseveración nuestra tiene como fundamento de que jamás empresa alguna en México, de ninguna parte del mundo ante la presencia de un movimiento de huelga ajustado a las normas legales, ha dejado tranquilamente que sucedan los acontecimientos sin contribuir aunque sea en mínima parte a la solución del conflicto, como en esta ocasión en que seguramente la empresa cree haber hallado la verdadera solución de lo que pretende, haciendo estallar el movimiento de huelga.
Lo que pretenden las empresas telefónicas.
Hemos tenido conocimiento por las informaciones periodísticas de que es un hecho la fusión de las empresas telefónicas actuales, pero hasta la fecha no hemos recibido notificación legal ni de la CTyTM ni de ninguna dependencia oficial de la celebración de tal acto y solo sabemos que el gobierno está interesado en esta fusión por cuanto hace la repercusión que la misma pueda tener en el mejor servicio público, sobre este aspecto aplaudimos la idea y más aún cuando sabemos por declaraciones del propio primer magistrado de la nación que en ninguna forma, llegándose a tal fusión, habrían de lesionarse los intereses de la clase obrera.
Esta fusión de empresas la mencionamos por el hecho de que la Mexicana pretende en sus reformas de clausulas contractuales que en los últimos días en forma arbitraria y desordenada nos ha entregado el establecimiento de condiciones de trabajo con vistas a una empresa consolidada, y en razón de la integración de un solo contrato colectivo de trabajo que habrá de normar la relación entre la empresa consolidada y todos los trabajadores de la industria.
La Mexicana responsable de la huelga.
La actitud ponderada que el Sindicato ha observado durante este conflicto, como les consta a las autoridades del trabajo, nos faculta para relevarnos de cualquier responsabilidad que traiga consigo el movimiento de huelga y en cambio, podemos afirmar que la intransigencia de la empresa, su forma indiferente de tratar el problema y su política oscura, la hacen responsable ante la opinión pública de México, de que la huelga se lleve a cabo.
No es difícil que la Compañía pretenda crear un clima contrario a los trabajadores, con imputaciones falsas y tal vez recurra a la amenaza usada ya por algunas empresas, de presentarse en liquidación judicial, para pretender eludir el cumplimiento del Contrato Colectivo de Trabajo y sin importarle tampoco el sacrificio de más de dos mil familias mexicanas, que se verían privadas de su fuente de trabajo y consecuentemente de su único patrimonio.
En tal virtud dejamos plenamente asentado, que la responsabilidad de la huelga telefónica y sus consecuencias son imputables en todo a la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana.
Por el Sindicato Nacional de Telefonistas:
Secretario General. Fernando Raúl Murrieta.
Secretario del Interior. Jesús Calderón.
Secretario de Trabajo. Ramón Tardiff.
Secretario de Rel. y Actas. Miguel Rosas Benítez.
Secretario de Conflictos. Alfonso del Prado.
Secreario de Org., Prop. Y Estad. Flavio Álvarez B.
Secretario de Inst. y Deportes. Mariano Salinas.
Secretario de Finanzas. Eduardo Carrero Avalos.
Presidente del Comité de Vigilancia. Manuel Fonseca.
1er Vocal. Alfredo Rodríguez López.
2º Vocal. José Murguía S.
Delegados a la contratación:
Ernesto Rangel, Gaspar Mas Martínez, Abel Padilla, Luis Gutiérrez y Salvador Marín Machorro.